Resumen
Modalidad
Metodologias educativas
Materia
Idioma
Nivel Educativo
Las niñas y niños están empezando a salir de casa con horarios restringidos después de seis semanas de aislamiento. La pandemia que ha generado el COVID-19 ha llevado a tomar medidas tan drásticas como suspender la docencia presencial. Los docentes hemos investigado otras posibilidades de enseñanza. Hemos aprendido a utilizar nuevos recursos, hemos conocido más a nuestro alumnado y sus familias, tan importantes siempre en el proceso de enseñaza-aprendizaje, pero ahora más que nunca. Se han puesto en auge las videollamadas, videoconferencias, el teletrabajo, redes sociales… La tecnología nos ha conectado a tod@s y nos ha ayudado a que el aislamiento haya sido solo físico. Nos hemos dado cuenta cuanto echamos de menos los abrazos. La sociedad se ha reinventado, se han fabricado respiradores con máscaras de snorkel, carteles de ánimo con los materiales que teníamos en casa, procesiones de Semana Santa y Ferias de Abril en los balcones. Han nacido nuevas redes, los que vivimos en ciudades hemos visto a nuestros vecinos por primera vez. Iniciamos el curso escolar absortos por el movimiento medioambiental iniciado por Greta Thunberg para combatir el cambio climático. No sabíamos que íbamos a ver el inicio de la primavera desde nuestras casas. Al poco tiempo de parar hemos visto el resurgir de la naturaleza. Algunos animales salvajes se han paseado por las ciudades, los perros se han empoderado paseando a sus dueños. Ha habido una reducción significativa de las emisiones de CO2. Durante este tiempo han surgido numerosas ideas en las que invertir el tiempo. Recetas, lecturas, actividades culturales online e incluso ingeniosas ideas para hacer actividad física dentro de casa. Nos hemos dado cuenta de que cosas sencillas pueden hacernos sentir a gusto.
Con este proyecto pretendo hacer visible la enorme capacidad de adaptación de los niños y niñas en estas circunstancias. Han permanecido en casa durante seis semanas para que la situación de emergencia sanitaria fuera lo menos crítica posible. Especialmente para salvar a las personas mayores que son población de riesgo ante esta enfermedad. De alguna forma quedándose en casa los pequeños han cuidado de los mayores. Nuestras vidas han cambiado mucho en estos días. Durante un tiempo vamos a tener que tomar estrictas medidas de higiene sobretodo cuando salgamos a la calle. Esto me ha llevado a pensar en la necesidad de que los niños y niñas se ilusionen a salir a la calle, desconecten de las pantallas y conecten con la naturaleza. Se muevan y hagan ejercicio al aire libre. Se adapten a salir a la calle con sus madres o padres en un pueblo en el que antes muchos salían solos a la plaza para jugar con otros niños. Puedan ver un atractivo en la calle donde de momento no pueden compartir sus juguetes, subirse a un columpio o chocar los cinco. Pero vamos a centrarnos en todo lo que podemos hacer. Antes de que el COVID-19 llegase a España había grupos de gente de todas las edades jugando por los parques y jardines a encontrar y dejar piedras decoradas que les proporcionaban ilusión cuando las decoraban y alegría al encontrar piedras de desconocidos en el momento más inesperado. Este proyecto de juego es una adaptación de esa idea a las nuevas normas de convivencia. La propuesta de juego recoge también un acto final en homenaje a los niños que despedirán el curso de una forma muy distinta a otros cursos, a las familias que han colaborado con las maestras, a las personas que nos han dejado durante este tiempo sin poder despedirse de sus seres queridos, a los que han superado la enfermedad y a todos los que han luchado para poder combatirla.