La riqueza del InfoCompost en un mundo interconectado

29/01/2017

Resumen

Abstract:

Igual que nos implicamos en el reciclaje de materiales para mantener el equilibrio ecológico, nos enfrentaremos en breve a la necesidad de eliminar el exceso de información y de reutilizar lo esencial en nuevos contextos. Descartar la acumulación innecesaria, y transformar el conocimiento significativo en nutriente social es un InfoCompostaje necesario. El reto de la educación está en potenciar la selección de conocimiento y gestionar el descarte.

Imagen 1. Ref: http://img04.deviantart.net/7d72/i/2013/274/b/8/deconstruction_book_by_halestormchick-d6ou9xn.jpg

 

Del reciclaje ecológico al InfoCompost informativo

¿Dónde se tira el plástico, el metal o el vidrio? ¿Dónde irían unas gafas rotas?
Esta última pregunta tiene sentido gracias a un hábito necesario pero muy reciente: el reciclaje.

Hace apenas quince años, el reciclaje de los desperdicios urbanos era una tendencia vanguardista e innovadora, estrechamente relacionada con los movimientos ecologistas y solidarios, a veces marginales, preocupados por el cambio climático, la polución y el consumismo desproporcionado.

Hoy día, el reciclaje se ha abierto camino hasta integrarse en los comportamientos de la ciudadanía responsable. Reciclar responde hoy en día a planteamientos de política municipal, altamente reglamentada y asimilada a procesos ordinarios de integración social.

A pesar de estar actualmente promovido por instituciones estatales y locales, el reciclaje se realiza de forma poco eficiente, a menudo sin propósito claro y lejos del impacto ambiental deseado. Todavía estamos intentando descubrir formas de reciclaje que permitan la óptima reutilización de materiales y la sostenibilidad de los procesos. En un mundo de abundancia y exceso, saber seleccionar y transformar es un conocimiento esencial.

El crecimiento de la realidad digital, en entornos virtuales y comunicativos, ha generado una nueva necesidad de selección, reciclaje y transformación, más allá del mundo físico. ¿Dónde van a parar las páginas de diarios virtuales obsoletos? ¿Quién se encarga de eliminar los documentos antiguos de las empresas o las instituciones? ¿Qué pasa con los perfiles en las redes sociales de las personas que fallecen?

Vivimos en una sociedad altamente comunicativa, donde la industria más tradicional tiene una base informativa explícita. Incluso la industria del automóvil o de maquinaria pesada tienen un componente material comunicativo, de interacción con el usuario, intercambio de datos y registro documental. Los coches nos hablan, nos muestran información y anotan nuestras conductas y hábitos en la forma de conducir. Esta información fragmentada se halla actualmente en proceso de fusión, por los mecanismos de conectividad extrema en la Internet de las Cosas, y los procesos analíticos de integración en el Bigdata. La abundancia y el exceso de información se ha infiltrado también en el espacio virtual, y está creciendo exponencialmente.

La gestión del InfoCompost[i] , del producto informativo acumulado, se está abriendo paso en los planteamientos de ecología virtual, que se interesan por la sostenibilidad comunicativa, la mejora de la formación empresarial, y la actualización educativa tecno-pedagógica.

Imagen 2. Ref: http://nicedrawing.com/wp-content/uploads/2016/10/book-sculpture-train-of-thought.jpg

 

A la búsqueda de la sostenibilidad comunicativa

Aprender a leer y analizar la cantidad ingente de datos existente en este mundo hiperconectado requiere nuevas habilidades comunicativas y analíticas, que están generando tendencias en el mundo tecnológico industrial. La Transmedia[ii], entendida como composición del discurso informativo a través de múltiples plataformas y canales diversificados, ha dado como resultado formas distintas de asimilar la información. No es suficiente con leer, escribir, hablar, escuchar y dialogar: hay que saber pasar de un código comunicativo a otro, descifrar textos complejos, audiovisuales, multimodales, interconectados por hipervínculos, co-creados y editados por múltiples autores en diversas lenguas. Aun así, la comunicación en el mundo actual requiere incluso otras habilidades relacionadas con la gestión del conocimiento y el pensamiento crítico.

Aprender a comunicarse en el mundo actual exige saber gestionar el mensaje esencial, la obsolescencia de la información, y la reutilización de los componentes operativos en cada momento: es el InfoCompost de nuestra experiencia comunicativa, que se convierte entonces en un nutriente básico del conocimiento compartido. La reutlización y la transformación de herramientas físicas ha sido un rasgo propio de la hominización. De igual manera, la reutilización y transformación del conocimiento, en entornos comunicativos digitales, puede ser el detonante que humanice nuestra capacidad de compartir, co-crear y colaborar de forma creativa. ¿Aprenderemos a hacerlo? Antes, tal vez, habremos de desaprender.

Igual que los primeros movimientos de reciclaje material alertaban de los peligros del consumismo indiscriminado, la industria comunicativa ha empezado a reflexionar sobre los riesgos ambientales de la sobre carga informativa en los entornos digitales. La infoxicación[iii] o exceso de datos (information overload) debería regularse con el mismo espíritu de reciclaje que se utiliza en el mundo material: reutilizando las partes útiles y significativas.

La gestión del InfoCompost es una propuesta basada en la reutilización selectiva de elementos de información que pueden ser relevantes de nuevo, en contextos distintos a los que inicialmente estaban destinados. ¿Quién no ha reutilizado alguna frase, algún párrafo o alguna idea de un documento elaborado años atrás? ¿Quién no se ha sentido inspirado por una antigua canción conocida, repentinamente recuperada en YouTube, o por un artículo ya olvidado, que nos aparece en un lugar inesperado de la red? Todos los escritores han utilizado alguna vez párrafos de sus propios textos en nuevas producciones, igual que los compositores y los políticos. Cualquier profesional con un buen portfolio personal es capaz de echar mano a su dosier de creaciones personales para generar nuevas combinaciones que añaden otras dimensiones de conocimiento, distintas y originales.

El buen InfoCompostaje nos puede ahorrar mucho tiempo, energía y dinero. Mantener indefinidamente millones de ficheros, almacenados en múltiples servidores, tiene un coste económico y ecológico real del que no somos conscientes.

Aprender a reutilizar la información existente en la red, recogida en formatos muy diversos, es una práctica de Transliteralidad (Transliteracy) propia de los entornos Transmedia en los que vivimos. Los alumnos de hoy, profesionales del mañana, han de aprender a descomponer textos escritos, orales o audiovisuales, y recomponer la información relevante en forma de Tweet, infograma o conversación en Skype.  Han de poder construir un discurso crítico sobre temas diversos a partir de evidencia claras que descarten explicaciones innecesarias.  Necesitamos desarrollar nuevas técnicas docentes que ayuden a concienciar al alumnado sobre éstas y otras prácticas esenciales para la sostenibilidad comunicativa en el mundo virtual.

Image 3, Ref: http://thechestertones.com/wordpress/wp-content/uploads/2013/02/la-paradoja-de-la-eleccion-infoxicacion-the-paradox-of-choice.jpg

 

La abundancia indiscriminada, un reto educativo

Identificar los componentes del conocimiento que hay que mantener en las escuelas para las futuras generaciones es una responsabilidad educativa de gran trascendencia social, económica, política y ética.

Cuando hallamos información obsoleta en la red, la descartamos sin eliminarla del sistema: el residuo sigue allí. Lo mismo pasa con el currículum: no disponemos de mecanismos que determinen a priori si una información está anticuada o ha dejado de ser relevante en el contexto en que se generó. Hoy en día, esto es un reto aparentemente insalvable. Padecemos el síndrome de Diógenes digital.

Por primera vez, la tendencia actual de innovación en el sistema educativo intenta simplificar los contenidos, los procesos e incluso los principios sobre los que se basa la enseñanza-aprendizaje. Hemos acumulado un extenso contingente de conocimiento, a menudo innecesario, cuyo mantenimiento exige una enorme energía personal, social y económica.  No obstante, somos conscientes del riesgo que implica eliminar del sistema aquella información que puede ser necesaria en el futuro.  Todos nos resistimos a borrar ficheros antiguos, por si (tal vez) contienen algún detalle importante o significativo para nuestro próximo proyecto o nuestra siguiente investigación.

Desconocemos, en todo caso, qué información existente puede sernos de utilidad en un futuro, cómo acceder a ella de forma coherente y significativa, e incluso qué procesos nos permitirán utilizar las partes moleculares más relevantes, en un nuevo contexto.  De igual manera, no sabemos aún cómo gestionar el curriculum, cómo actualizarlo, o cómo librarnos de él, para dar respuesta a las necesidades de futuro.

Imagen 4. Ref: The Transformation Society, 2017.  infoCompostaje en entorno digitales.

Parece que Finlandia, Canadá y otros países vanguardistas se han tirado a la piscina para empezar con los recortes de datos explícitos en la escuela, y la ampliación de reflexiones de carácter abstracto, científico y social. Pero en nuestro país no se ha tomado aún ninguna determinación en este sentido.  ¿Quién se atreve a decir que los polinomios son innecesarios en la enseñanza obligatoria? Se pueden trabajan los mismos conceptos de incógnitas, en juegos informatizados ¿Qué parte de la historia debería eliminarse en la enseñanza primaria? Las reflexiones históricas pueden hacerse con reproducciones artesanales y juegos de interacción cultural ¿Qué parte de las ciencias naturales puede ser opcional en secundaria? Hay que profundizar en los temas científicos de mayor urgencia ecológica, y de responsabilidad colectiva.

Nadie ignora que las necesidades educativas están íntimamente relacionadas con la sostenibilidad emocional, económica, laboral y ciudadana, tanto de los individuos como de las comunidades.  Una de las reflexiones más recientes e inspiradoras sobre la necesidad de actualización continua en el mundo actual se puede hallar en esta experiencia, publicada en el World Economic Forum, en enero del 2017, por Saadia Zahidi:

“Durante el último año, en el Foro Económico Mundial y en otros lugares, he hecho dos preguntas a los participantes. En primer lugar, pido una demostración de las manos sobre si se sienten seguros de sus habilidades actuales a través de ellos hasta el final de sus carreras - alrededor de uno de cada cinco levantar las manos. Luego les pregunto si se sienten seguros de aconsejar a sus hijos sobre su educación para prepararse para su propio futuro: ninguno levanta la mano. Estas son algunas de las figuras más destacadas del mundo y, sin embargo, como muchos de nosotros, no están seguros de cómo se verá el futuro de los mercados laborales.” [iv]

 

Lo más difícil: el descarte

La eficacia, calidad y buena orientación del sistema educativo depende ahora de la satisfactoria actualización del conocimiento a lo largo de toda la vida. En entornos formales e informales, exigimos información de calidad, mejor formación, y espíritu de transformación[v].

Nos enfrentamos a la toma de decisiones que marcarán el futuro de la sostenibilidad cultural en las próximas generaciones, pero no sabemos aún cómo distinguir lo importante de lo accesorio. Necesitamos un enfoque estratégico en el tratamiento de la información y del conocimiento, que podemos plantear en términos de infoCompost educativo:

Y lo más difícil de todo: cómo nos deshacemos del material inútil, duplicado y degradado. 

Este proceso de Infocompostaje debe realizarse en un ecosistema dinámico y global, donde los humanos se ayuden de herramientas inteligentes para la selección, destrucción e interconexión de la información. Las tecnologías de comunicación y participación social son parte del problema, y serán también agente activo en el planteamiento de posibles soluciones.

Estamos asistiendo a cambios tecnológicos que comportan una estrecha colaboración humano-máquina. Es una interacción compleja, más allá de la instrumentalización mecánica que conocemos. Habremos de aprender, trabajar y enseñar, conjuntamente, con agentes y entornos de Inteligencia Artificial. Este futuro mixto abrirá (en la sociedad y en la escuela) espacios inexplorados de cognición, comunicación e interacción social. El futuro ya está aquí, aunque sea invisible y mal repartido, amigo Watson[vi].

La automatización en el control de datos, con algoritmos de adaptabilidad y aprendizaje profundo (Deep Learning), está dando un protagonismo extraordinario pero invisible a las máquinas que aprenden, que se interconectan y se auto-gestionan. También ellas habrán de planificar la descomposición de información obsoleta y su recomposición en nuevos contextos.

La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse. Viene acompañada de habilidades de alta definición: detección de contexto, hiper-conectividad, Internet de las Cosas, implantes y prótesis biónicas… estos elementos, en estrecha comunicación codificada y automática, están generando mensajes invisibles, ajenos a la comprensión lingüística del ser humano. Estos y otros elementos de la industria 4.0 son herramientas que el sistema educativo tendrá que explorar y aplicar en los próximos diez años.

Algunas de las aportaciones favorecidas por las estas herramientas digitales son:

No basta con aprender nuevos conocimientos: en muchos casos, hemos de estar dispuestos a desechar los antiguos. ¿Estamos preparados?

 

By Neus Lorenzo & Ray Gallon. The Transformation Society.

Link: http://transformationsociety.net/

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[i] “Probing Our Future” (2016) by Ray Gallon and Neus Lorenzo http://www.slideshare.net/TransformationSociety/probing-our-future

[ii] “De las Media a las Transmedia, la gestión del conocimiento en os escenarios integrados de aprendizaje” (2015)  http://odite.ciberespiral.org/comunidad/ODITE/recurso/de-las-media-a-las-transmedia-la-gestion-del/9a7bd36f-8f90-495d-9b2d-c64ce89f63f1

[iii] Infoxicación o sobre-carga informativa, (2013) Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Sobrecarga_informativa

[iv] “We may have less than 5 years to change how we learn, earn and care” by Saadia Zahidi, Head of Education, Gender and Work and Member of Executive Committee, World Economic Forum, Geneva.  https://www.weforum.org/agenda/2017/01/realizing-human-potential-skills-jobs-care-work

[v] “The Transformation Society” (2016) http://transformationsociety.net/

[vi]   "Transform learning experiences with Watson. Personalized learning on a whole new level” (2017) https://www.ibm.com/watson/education/

Publicado por: Juanmi Muñoz

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